
Después de varios incencios...
internos, externos.
Silencios y ausencias.
Pérdidas de memoria.
Algo quedó intacto. Una única cosa.
Entre los últimos cantos de grillos del verano, alguien dijo algo.
-es lo único bonito que nos queda.
...Ella pegó las manos en el cristal. Se sentó y dobló los dedos de los pies, los apretó contra en el suelo...
Olía a humedad, a musgo.
Se miró las manos. Estaban frías.
.
4 comentarios:
muy buen textopoema
tabién el venadito!
saludos
me ha encantado,
la tristeza también tiene derecho a SER.
el dibu,
único, Angeliki, como todos tus dibus.
un besooo!
ha sido un bonito descubrimiento este lugar. te seguiré. y si me lo permites te agrego en mi lista de enlaces.
gracias Angeliki ^_^
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