Te escribo desde un lugar que no conoces. Tampoco te voy a decir cuál es.
Reencontré la foto que tuve en mi habitación, durante tres años. Ahora está algo rota, pero la sigo conservando. Esos pájaros volaron hace ya nueve años.
Ella es una niña que podría ser yo. Niña pájaro, como no. Lleva un nido en la cabeza. Son sus preocupaciones de mayor, pero ella todavía no lo sabe. De todos modos, no pasa nada, hay muchos pájaros volando detrás y eso siempre reconforta.
Y por eso tenía la foto al lado de la cama.
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Te escribo desde un lugar, que tú jamás has visto.
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